"Nuestra práctica pedagógica es una búsqueda incesante. Permanece constantemente abierta:abierta a la creatividad de los niños, abierta a la observación y al análisis de su comportamiento, abierta a sí mismo a nuestra propia creatividad que nos incita a proponerles -no a imponerles- nuevas direcciones de búsqueda que nos permitan sondear su verdadero intrerés. (A. Lapierre; B. Aucouturier)

"EDUCAR LA MENTE SIN EDUCAR EL CORAZÓN, NO ES EDUCAR EN ABSOLUTO". Aristóteles.

"ENSEÑAR NO DEBE PARECERSE A LLENAR UNA BOTELLA DE AGUA, SINO MÁS BIEN A AYUDAR A CRECER UNA FLOR". Noam Chomsky.

"UN MAESTRO ES UNA BRÚJULA QUE ACTIVA LOS IMANES DE LA CURIOSIDAD, EL CONOCIMIENTO Y LA SABIDURÍA EN LOS
ALUMNOS" .Ever Garrisson.










22 de febrero de 2013

Cuento: El dragón tenía que elegir.

 El dragon tenia que elegir
Llegó el día. El dragón tenía que elegir si quería convertirse en un dragón diurno o en un dragón de nocturno.

Los dragones diurnos odiaban a los nocturnos y a la noche, y viceversa. Si se convertía en un dragón nocturno nunca más vería el día, y viceversa.

El joven dragón se fue al bosque a meditar su decisión. Era una noche despejada y la luna llena brillaba en toda su intensidad. El bosque estaba teñido de una hermosa luz plateada. El pequeño dragón no podía dar crédito a tanta belleza que veía y comenzó a enamorarse de la luna. Rápidamente sus alas se empezaron a teñir de un tono oscuro.

Sin embargo, el cielo empezó a adquirir un tono púrpura que dejó paso a los primeros rayos de sol que acariciaron con calidez su cara. Los pájaros del bosque comenzaron a cantar dando la bienvenida al sol. Iba a ser un día hermoso.

El corazón del dragón se llenó de una amarga tristeza pues no quería perderse de ninguna de estas dos maravillas. Desconsolado alzó repentinamente el vuelo y se sumergió en el profundo lago azul para buscar la paz que necesitaba su corazón.

En la profundidad del lago no encontró la paz y salió volando hacia el cielo. Subía y subía sin parar preso de una amarga inquietud. Cuando ya no pudo mover sus alas debido al frío abrió su boca dispuesto a soltar una impresionante llamarada que desahogara su inquietud.

Sin embargo, en vez de fuego, de su boca brotaron miles de pequeñas gotitas de agua que se congelaron de inmediato y cayeron sobre los campos. Parece que el agua del lago había apagado el fuego de su interior. Una ala se tiñó del dorado del sol y la otra del color plata de la luna.

Desde entonces, en ese pequeño y mágico instante que transcurre entre el día y la noche, miles de gotitas blancas congeladas adornan campos, bosques y ciudades.

Moraleja:

Un cuento que nos enseña a amar y contemplar toda la belleza que nos rodea. Nos enseña además las limitaciones que implica el odio.



Este cuento tan interesante lo he descubierto en un blog que me ha gustado mucho. Aquí os presento el enlace por si queréis visitarlo de vez en cuando.   http://www.cuentosinfantilescortos.org/


infantilalfonsoviii@gmail.com

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